Un paso más en las infraestructuras de innovación
Un paso más en las infraestructuras de innovación
Por Andoni Gartzia, Director Gerente de Polo de Innovación GARAIA (MONDRAGON)
Las reglas de la Innovacion en el siglo XXI han cambiado, y sus modelos también. A nadie se le escapa que la Innovacion ha entrado de lleno en la agenda de las empresas , pero el modelo de Innovacion asociado a la invención no es suficiente. Las organizaciones necesitan establecer culturas innovadoras, porque el cambio de modelo no sólo significa que haya que innovar más veces, sino que es necesario dedicar más tiempo a la Innovacion.
La respuesta no es más I+D, sino socializar la Innovacion y pasar a crear culturas innovadoras. En la sociedad del conocimiento, la economía es reticular: todos los agentes se conectan dentro y fuera de los límites de la organización.
· ¿Es la innovación el resultado de una espiral de conocimiento abierta?
· ¿La innovación ha traspasado los límites estrictos de la empresa para convertirse en un proceso social con incorporación de nuevos actores que exigen otros resultados además de los económicos como por ejemplo outputs sociales y medioambientales?
Si es así:
¿Sería necesario cambiar y adaptar las políticas de innovación, los sistemas de innovación y las infraestructuras de apoyo para capturar estas nuevas realidades?
Los ingredientes con los que contesto estas preguntas para el futuro de la innovación son:
-
La nueva forma de entender la
innovación
-
Los desarrollos de los sistemas de
innovación hacia una estructura en red compleja y basada en individuos y grupos,
no en empresas
-
Los cambios en la propia gestión
de la innovación para recoger estos aspectos
Todo el desarrollo
teórico tanto en la línea macro y micro me llevan a profundizar en los aspectos
soft frente a otros hard o más físicos. Estos aspectos soft
siempre han sido mencionados pero pocas veces analizados. Son aquellos basados
en la confianza entre agentes, el comportamiento colaborativo y la actitud
prospectiva y emprendedora que se recogen dentro de expresiones tales como “capital
social”, y más recientemente cultura social innovadora y cultura de innovación,
etc.
CULTURA SOCIAL INNOVADORA
La Cultura social
innovadora es la heredera de estos aspectos soft
antes considerados “complementarios”, tales como Capital social, redes de innovación. Numerosos
estudios consideran a estos factores los que realmente producen la explicación
del éxito de algunas experiencias de éxito renovado como Silicon Valley.
Así, proponemos el término cultura social innovadora y lo
definimos como el conjunto de valores, normas, costumbres, creencias,
ideologías, estilos de vida o códigos de conducta compartidos por una sociedad
en su conjunto (tejido económico-productivo, social, político, artístico,
etc.), que permiten sustentar y legitimar actuaciones innovadoras en individuos,
grupos y organizaciones. La visión interna considera la INNOVACION como un
proceso más de la empresa y se articula como tal y en este caso el medio ayuda
u obstaculiza ese proceso.
El Manual de Oslo pone de manifiesto la relevancia de la infraestructura
y el marco institucional (el sistema educativo, la base científica y la
investigación, las políticas de innovación, el marco legislativo y
macroeconómico, las instituciones financieras, el acceso al mercado, o la
estructura empresarial y el entorno competitivo), pero no se enfatiza en el
conjunto de normas sociales y culturales arraigadas a una región o territorio.
Nosotros proponemos adherirnos a una propuesta más integrada donde el proceso
innovador sucede intra y extramuros con igual peso y dependencia. Lo externo no
es solo un refuerzo u obstáculo.
CULTURA DE INNOVACION
Desde el punto de
vista de la organización interna, la empresa, también damos un paso adelante. Hasta hoy en
día el énfasis se ha puesto en determinar un proceso “interno” de innovación,
pautado y monitorizado que hemos venido a llamar en conjunto “Gestión de la
Innovación”.
Sin
embargo los procesos de Gestión de Innovación tal como los concebimos siempre
han sido la punta de un iceberg. Por debajo de los mismos discurre un complejo
sistema de intercambio de conocimiento y de relaciones.
Por eso proponemos que cultura de innovación sea algo que va
mucho más allá de la asimilación de las novedades producidas en el entorno,
tratándola como un elemento básicamente endógeno (y no tanto exógeno), como una
«filosofía» que ha de fluir hacia todos los niveles de la organización. Se
trata, en este caso, de una forma «prospectiva» o «proactiva» de gestionar el
cambio (la acción como innovación) que obedece a la idea de que la organización
no solo ha de adaptarse a las transformaciones que puedan llegar a tener lugar
en su entorno, sino que ha de ser protagonista de las mismas.
La
cultura de innovación en sentido práctico, más allá del discurso, pasa por trascender
de una gestión de actividades de un
proceso clásico- ideas – proyectos – aplicación, a tratar la cultura de la innovación y la
actitud innovadora de las personas que trabajan en una organización en un
triple sentido:
1. Fomentar la anticipación a través de una estrategia prospectiva como
forma de ampliar posibilidades y como forma participativa de captar señales del
entorno.
2. Facilitar la innovación eliminando obstáculos organizativos para
desatar un comportamiento innovador que no hay que incorporar sino que las
personas poseen por naturaleza
3. Gestionar la innovación como un proceso abierto de captación, creación
y explotación de conocimiento donde las claves son la confianza y el sentido de comunidad
LOS POLOS DE INNOVACION : LAS INFRAESTRUCTURAS DE LA NUEVA INNOVACION
Nos encontramos
entonces en un cruce de caminos donde concurren la cultura social innovadora
(pública y relativa a la región) y la cultura de innovación ( privada y propia
de cada empresa y empleado). Las dos
avenidas se cruzan y forman ya una sola. En el territorio se habla de cultura
social innovadora porque importa la innovación y en el mismo nivel la forma en la que impacta en el tejido
local, buscando un desarrollo equilibrado, integral y armónico, no sólo económico. Esta
cultura social innovadora se manifiesta en el interés por lo local y
por su cultura, y en la superación de
sus problemas reales con proyectos e iniciativas y con participación de agentes
locales. Los actores de la innovación
son igualmente personas locales en el sentido de que están y viven la cultura
local y su participación evita que las iniciativas sean demasiado
institucionalizadas y alejadas sin valor social.
Hay pues una
convergencia de lo local como forma de cultura y un “regreso” de los actores
individuales frente a las instituciones.
Ya no se trata solo de generar innovaciones (el objeto de la innovación)
sino que estás deben ayudar al desarrollo local y finalmente crear capacidad y
cultura para hacerlo constantemente.
En el mismo sentido
de evolución los Parques Tecnológicos que constituyen infraestructuras con
cierto carácter tecnológico y agrupando especialistas en I+D, científicos y
tecnólogos, evolucionarán hacia lo que desean ser los Polos de
Innovación, verdaderos ecosistemas creativos de Innovacion incardinados en el
medio de las ciudades y de los ciudadanos con una clara intención de promover
cultura social innovadora y cultura de la innovación. Por esta razón el
catálogo de actuación de estos polos no es solo tecnológico y de I+D sino que
invita a la relación entre agentes de todo tipo, a innovar en todo tipo de
ámbitos (no solo en el tecnológico ) y siempre con una condición colaborativa.
En los esquemas actuales las infraestructuras de innovación y en
particular los Parques Científicos y Tecnológicos son espacios físicos donde
domina el sentido espacial y se trata de que los agentes que participan en el
sistema de innovación estén próximos entre si.
En todos casos esa proximidad física busca de alguna manera la
colaboración entre las empresas. Estos espacios están orientando su papel a la
luz de las reflexiones que venimos realizando. En particular nos referimos a
tomar las reflexiones que culminan en la necesidad de potenciar la cultura
social innovadora y la cultura de innovación. Los Polos de
Innovación no serán entonces en sentido estricto infraestructura sino espacios colaborativos lo que
constituye un paso en la buena dirección porque como decía Lundvall con esta
perspectiva tendremos tres beneficios, el beneficio de lo que innovemos ( el
objeto de la innovación ) la ventaja
social que la innovación conlleve ( la forma de innovar pensando en forma
integral ) y la capacidad acumulativa de ser cada vez personas más innovadoras
Ahora necesitamos lo que algunos autores llaman una densa diversidad de
personas que persiguiendo distintos objetivos ( y trabajando en distintas
empresas) puedan desarrollar conocimiento juntas. Para eso hay que construir proximidad y
confianza. Proximidad emocional y también física. Por diversidad se entiende
abrir el Polo de Innovación a la cultura, la lengua, el ocio, como una
tecnopolis donde discurren y deambulan distintos agentes que trabajan para la
educación, el tiempo libre¸ y la sanidad etc.
Así que la misión del Polo se redefine para hacer que estos mundos se encuentren,
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